Tiempo de juego:
13858 minutos
Me da miedo escribir este análisis porque no creo saber decir todo lo que hace falta sobre este enorme juego.
Es un juego estratégico por turnos, donde deberás elegir una época entre las 3 que hay, una de las muuchas facciones y después crear un Dios con el que tendrás que imponerte para llegar al panteón de los grandes dioses reclamando unos altares (bastante bien defendidos) repartidos por el mundo. Las batallas son automáticas, pero podrás dar algunas ordenes previas, dónde situar tus ejércitos, qué formaciones usar, y una orden general por cada escuadra, por ejemplo disparad a su caballería, los héroes tienen más opciones de ordenes y dan mucho juego.
El mayor atractivo para mi es la gran inmensidad que tiene este juego, 2000 tipos de unidades, 800 conjuros, 300 tipos de artefactos y cientos de tipos de dioses repartidos en unas 80 naciones, todo esto da para no repetir ningún momento que juegues, y dar opciones estratégicas impensables.
Gráficamente es muy justito, a mi no me desagrada para nada, pero entiendo que los gráficos de los 90 no atraen a todo el mundo, y el sonido no está mal pero se me hacen muy escasas las canciones, aunque claro, siempre está youtube para tener tu musiquita de fondo hehe.
El mayor atractivo está en el multijugador, la IA no está mal para aprender a jugar, pero no hay nada comparable a una partida de 15-20 personas, que pueden encontrarse fácilmente en los foros y jugarse por mail, uno o dos turnos diarios tranquilamente, y en un mes has jugado la partida ^^
Como la profundidad de este juego solo está el Dwarf Fortress, y es que solo hay que mirar el hermoso manual de 400 páginas (en inglés, como todo el juego, y olvidaos de traducciones (no hay huevos), todas las unidades tienen su descripción, y las mecánicas (todas muy bien explicadas en el manual) te permiten hacer muy buenas estrategias si te las conoces bien, aunque contra la IA puedes jugar perfectamente sin ser un master del juego.
Puede que a algunos el precio del juego le parezca excesivo, pero da sus cientos de horas bien disfrutadas a cualquiera que sepa apreciarlo.
No puedo irme sin decir algún ejemplo de mis partidas:
-Ir con mi Dios, un hombre-leon gigantesco con cuarenta veces más vida que un humano normal, maestro de la magia del fuego, con el que arrasaba todas las provincias por donde pasaba, y de repente descubrir que unos Horrores, criaturas muy peligrosas de otra dimensión, me lo han matado porque mis enemigos, la nación de R'leyh, me lo habían marcado mágicamente como si fuera un faro para esos mamoncetes.
-Tener un ejército encerrado en una provincia rodeada de enemigos y justo llegar el invierno y abrirme una ruta de huída al congelarse el río.
-La mítica de tener un asesino en su capital matando todos sus sacerdotes, magos mindundis y capitanes, aparecer su Dios y desintegrarte.
-Ese momento en que tienes a tu campeón armado hasta los dientes de artefactos mágicos, llega el torneo que estabas esperando y lo envías, machacas a todos los campeones enemigos y un pringao de otra nación que resulta ser su profeta te mete un golpe divino y te parte en dos XD
El juego está lleno de grandes anécdotas, y me encantaría que todo el mundo supiera disfrutarlo como se merece ^^
PD: ¡nos vemos en dominions 5!
👍 : 12 |
😃 : 4