Tiempo de juego:
2215 minutos
Hablemos de cartas, quién no se ha echado una partidita a ellas. Puede que una timba de Póker con los colegas con el ansia de llevarte al menos un premio que te pague la cena de ese día, puede que incluso una version Strip, si resulta que la cena ha terminado ( y las jarras de agua no fueron precisamente la estrella...), puede que te hayas echado unos musetes en la cafetería, un clásico chinchón en una reunión familiar, un tute o una escoba mientras te tomas algo en una terracita o estás tomando el solete...
¿Y qué tal si jugamos a un juego de cartas a vida o muerte? ( Bueno, más bien la de tu Avatar, pero si no se lo dices a nadie puedes quedar de boss por un ratito ;).
Eso básicamente es lo que te proponen los chicos de Hand of Fate, un juego en el que al ver que sacaste un Rey, no te vas a sentir precisamente el tipo más feliz de la tierra, un juego en el que los Ases no son motivo de fiesta, sino de sufrimiento, un juego en el que dejarás de desear que te salgan los números más tochos y cuzarás los deditos para ver numeros bajos.
Pero si tú eres un tipo curtido, si te has currado en tu pantalla con bichos que necesitaban dos ordenadores para cargarlos enteros,,,¿ Qué daño te pueden hacer unas cartas y un tísico repartidor?.
Bueno, déjame que te cuente y luego ya decidirás tú si cambias el Rey de Bastos de tus naipes, por unos Bastos que sirven a un Rey.
Imáginate un Dungeon Crawler dividido en habitaciones, aquí mismo en Steam tienes unos cuantos. Así de manera superficia,l diremos que clásicamente se trata de una mazmorra que tienes que vencer en la que cada vez que entres en una habitación nueva, pasa un evento que tienes que superar para seguir adelante.
Cambia el clásico dibujo de las habitaciones por cartas boca abajo, cada vez que visites una habitación la carta se girará y te mostrará lo que te espera. ¿ Y qué te espera?.
Te espera gente deseando abrazarte el cuello con todo el cariño del mundo. En este caso, el palo de la carta que te salga, determinará la raza, el número, la cantidad de gente que ha venido a verte y si tienes uno de esos días en los que solo te falta pisar un mojonete de perro dentro de tu propia casa para rematar la faena pues hasta puede que tengas la suerte de que te salga una figura especial, Rey, Reina, Sota o As, en forma de jefe de la mazmorra, no me des las gracias a mi, dáselas al lunático que tienes en frente destapándote las cartas.
Te esperan cartas que te transportarán a laberintos llenos de trampas para ver si a base de sangre consigues lgo de botín.
Te esperan eventos que tendrás que superar para conseguir comida, oro, equipamiento, bendiciones, o no ( insert trollface here)
Pero no todo va a ser sufrimiento ( aunque créeme que de eso vas a pillarte unos empachos ricos ricos), también hay cartas que automáticamente te van a dar un objeto o efecto positivo por la cara bonita y lo que se agradecen.
¿Y quién elige todas estas cartas que van saliendo?
Pues digamos que tú te cocinas tu propio mazo, antes de empezar cada partida, ya sea para enfrentarte a las misiones de lo que podríamos llamar "campaña", o al modo infinito para ver con que puntuación terminas, tendrás que elegir un número de cartas de equipamiento ( armas,armaduras, escudos, etc) y un número de cartas de eventos. A medida que vayas jugando irás, desbloqueando nuevas cartas tanto de equipo, como de eventos, así que dependiendo del mazo que termines creando, tu partida puede llegar a ser bien distinta.
Pero este plato viene con salsa picante, y esa no la cocinas tú, la cocina el simpático repartidor que tienes enfrente. La otra parte de tu mazo consistirá en cartas de enemigos, en eventos que tendrán que formar obligatoriamente parte de tu baraja según la misión, porque así le apetece a la especie de Rapel que tienes enfrente y en una serie de bendiciones y maldiciones entre muchos otros "pastelitos" que tendrás que saborear tú mismo.
¿Y cómo vas a hacer frente a todo este popurrí?
En el caso de los combates, pues de la manera civilizada y democrática que todos estamos pensando. Tirarle los dientes al que tengas enfrente. El sistema de caricias y mimos de este juego te recordará muchísimo a la saga de Batman si la has jugado, pero simplificado.
Un botón para repartir, otro para romper defensas o atontar y así poder seguir repartiendo, otro que si lo pulsas en el momento adecuado, te dará como resultado un contraataque, porque qué mejor que repartir hasta cuando defiendes, y un último para hacer una voltereta y por ejemplo esquivar ataques que no se pueden contrarrestar, sí es intolerable, hay veces en las que no puedes seguir repartiendo.
En definitiva, para ser una especie de roguelike, el sistema de combate lo considero de los más atractivos que he visto en un juego del estilo además de que aquí tu habilidad y soltura con el sistema sí que realmente marca la diferencia entre salir del combate sin un raasguño a salir del combate tocado y con pocas ganas de otroo salir del combate... al menú principal.
Los eventos se hacen frente de manera distinta, muchos de ellos consisten en 4 cartas que verás boca arriba, dependiendo de las circunstancia tendrás un % de ellas que ponga éxito, y otras que pongan fracaso, la cuestión consiste en que si eres capaz de seguir con la vista esas cartas, mientras el loco en pijama que tienes enfrente las mezcla como si fuese un trilero, puedes inclinar estas estadísticas a tu favor. Aunque en este punto hay veces que seguirlas te parecerá un juego de niños y otras en las que te dará igual cuál elegir porque te habrás perdido a los dos segundos.
En este caso, si sacas la carta triunfadora te llevaras recompensa, y si sacas el epic fail... no te preocupes que también te llevas regalito, aunque no te aseguro que te guste y el tiquet de cambiarlo se perdió, qué le vamos a hacer.
En definitiva, carta a carta irás equipándote, superando eventos, regalando bofetadas a súbditos y jefotes para superar cada mazmorra y aumentar tu colección de cartas que elegir.
En caso de que el que termine probando el suelo seas tú, te llevarás un pin, una palmadita en la espalda, y a volver a empezar la misión ( dos de ellas son mentira).
En conclusión, tienes la ración de masoquismo que te dará todo roguelike que se precie, en forma de Permadeath y de cartas que por la cara, te van a dar de todo menos placer, combinada con cosas que puedes mejorar para que tus partidas puedan llegar a tener más sonrisas que lágrimas ( principalmente dominando el sistema de combate y siendo capaz de seguir las cartas en los eventos), lo que da como resultado una relación de amor/odio de esas que dices que no quieres, pero sin ella tampoco puedes.
Y para terminar, no me puedo despedir sin dedicarle unas palabras a la persona ala que más cariño le he cogido en este juego . Me refiero a ese vidente de madrugada con un disfraz de carnaval comprado en los chinos que tengo siempre enfrente.
Al principio me pusiste retos tan facilones que eras el viejecito que me hacía sentir un Dios, del que me compadecía y con el que jugaba casi por pena, luego empezaste a hincharme un pelín los co... tobillos ( ¿ será que retengo líquidos?) con alguna que otra cartita que risa risa, no me hacía, para terminar siendo ese cab... digo maestro de ceremonia, que parece que se levanta cada mañana con el único propósito de jo... de hacerme el desayuno.
Pero yo soy mejor que esto, querido repartidor, no me dejaré llevar por el rencor, como sé que te gusta sacar cartitas, deseo que saques una que te mande a un balneario a recibir una sesión de masaje con la mujer de tus sueños, eso sí, con unos guantes de Ortigas , una toalla de lija y aceite, del de cocinar, bien calentito, ya sabes, para darle un poco de picante al asunto...
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