Reseñas de FORCED SHOWDOWN

sí.

Hay dos tipos de personas en el mundo : Las que lloran con Titanic y las que lo hacen con Gladiator ( si has llorado con alguna peli de Chuck Norris, Steven Seagal o tienes el póster de joyas como Los Mercenarios en tu habitación, date por invitado al último grupo). Si tras ver las andanzas de Máximo en el cine o en la tele, terminas siempre cimbreando los brazos como si fuesen espadas, sacudiéndole a gladiadores imaginarios, tengo la solución definitiva, vete a terapia. Pero mientras tanto, creo que podemos utilizar un calmante para esa ansia viva que te consume, se llama Forced, de laboratorios Showdown. Imagínate a ti formando parte del mayor espectáculo que el hombre haya podido crear (después de Falete en Splash por supuesto), eres la pieza central de una arena futurista, pero con toques de Fantasía Medieval. Supongo que no esperarás llegar muy lejos llevando ese chandal que tienes por casa para las tardes de manta y peli ¿no?, mejor ponte algo digno de este show, métete en la piel de uno de los aspirantes a leyenda que Forced Showdown te ofrece. En concreto tienes 4 a elegir ( empiezas con uno y vas desbloqueando el resto), pero tu decisión supone algo más que lo guap@ que vayas a estar para cuando la parca...digoo la gloria, venga a reclamarte, aquí cada gladiador tiene sus habilidades activas propias, sus pasivas características y hasta su propio mazo. ¿Mazo? te estarás preguntando, yo soy más de tirarle los dientes a los rivales con un hacha, un mandoble o un arco, llámame tradicional... No vayas tan rápido amig@, me refiero a mazo de cartas. En este mismo instante, es cuándo se te corta la digestión, yo te prometí la gloria en un Coliseo lleno de acción, te regalé los oídos contándote la historia de un espectáculo tal, que al mismísimo César se le caerían la túnica y los laureles de puro placer al verlo, y sin comerlo ni beberlo, me pongo a hablarte de cartas... no cuelgues todavía tu espada, esta mezcla es posible, y está al alcance de tu mano ( siempre que al menos tenga un papelito de casi 20 euracos en la mano, o algo equivalente, eso sí). Volvamos a la acción, a eso que te hacía palpitar la patatita, imagínatela con vista isométrica, como un ARPG de los de toda la vida, aquí en vez de point and click, el movimiento es con WASD y habilidades con los click del raton + algunas teclas extra ( todo se puede cambiar a gusto de un@ hay que decir). Añádele a esto un inconfundible toque a Roguelite, esto es, cada combate es como si entrases en una habitación, si lo superas, sigues a la siguente, si no, los latigazos que le metían a Espartaco por no hacer los deberes te tocan a ti ( o eso o te salta una especie Game Over, pero estoy seguro de que te quedas con los latigazos, son mucho menos dolorosos para cualquier jugón). ¿Y qué te espera si consigues superar uno tras otro todos los encuentros?, ¿tu nombre en el mismísimo Olimpo,? Nah, un jefote, más o menos grande, con su mala leche de siempre y sus triquiñuelas para dejarte en la cuneta.¿ Y si áun así vences?¿ tendrás al fin tu merecida gloria?. ¿Qué clase de desalmado sería si te dijese a que sabe un vaso de agua en pleno desierto de Arizona?. Hay momentos que nadie debería chafarte, están reservados para que sólo tú los saborees ( bueno, aquí te dejo invitar como mucho a la voz de tu cabeza y ya). Pero yo sé que le sigues dando vueltas a la cabeza a eso del mazo... tú quieres tirar dientes al suelo, no cartas a una mesa. Pues yo te digo que si eres capaz de descansar unos 10 segundos entre combate y combate lo de las cartas no sólo no te va a molestar, sino qu puede que hasta te plantees presentarte al campeonato de Tute de tu ciudad ( quizá me vine un poco arriba, pero al de tu barrio puede que sí). Al principio de cada combate, se te mostrarán una serie de cartas a elegir. Cada carta tiene un coste de maná y te otorgará una ventaja a la hora de entablar el combate que tienes por delante. Algunas cartas te dan ventajas permanentes, otras cambiarán la manera de atacar de tu personaje y las habrá que serán consumibles (con usos limitados) o que traerán invocaciones al campo de batalla, una vez que decidas con cuál quedarte, el combate pasará a ser en tiempo real hasta el inicio del siguiente, en el que volverás a repetir el proceso. En definitiva, el mazo tiene cierta influencia en tu capacidad para repartir amor en cada encuentro, pero lo realmente decisivo va a ser lo bien que te manejes en la fase de combate con tu personaje. Aquí es dónde está precisamente el otro gran atractivo del juego. A medida que superes desafíos, irás ganando recursos para poder jugar a la rueda de la fortuna, e ir adquiriendo nuevas cartas, las hay específicas para cada clase y comunes a todas. Cuando tengas un número suficiente, podrás personalizar a tu gusto el mazo básico con el que empieza cada héroe hasta convertirlo en la baraja que te permita acceder al Salón de La Fama ( o al menos que te haga comer el suelo con tus cartas favoritas). Forced Showdown no sólo intenta despertar en ti el Rambo que llevas dentro, sino que busca llegar también a tu espíritu de coleccionista y creador de mazos que llama al timbre de tu corazón, ( demasiado cursi, cambiémoslo por páncreas por ejemplo). Bien, veo que vas preparando tu maleta para convertirte en el nuevo Máximo Décimo Meridio, llevas tu armadura, tus armas y tu baraja de cartas ,¿ algo más que debas meter en ella?, yo me llevaría un poquito de Jamón ibérico por si te entra un apretón y una mascota. Puedo ver tu cara de emoción, te imaginas a ti y a tu gato Misifú, repartiendo estopa de la fina, ya te estás viendo junto a tu perro Pancho haciendo de camareros en una barra libre en la que se reparten fogonazos... casi mejor olvida lo que dije, en cuánto llegues al Showdon ya te darán a elegir una mascota más adecuada para la ocasión, a elegir entre tres ( previo desbloqueo), cada una con su apariencia, sus características a la hora de combatir y hasta cartas dedicadas a embrutecerlas... Ya te veo en la puerta de embarque hacia la gloria eterna, pero intuyo que te sigues preguntando si te queda algo por conocer de este reto que tienes por delante. Pues sí, varias sorpresillas más te aguardan, pero ahora que tu avión parece haber despegado y no hay vuelta atrás, tengo que decirte que no pienso contártelas, yo también me he inscrito para el Torneo del Milenio, y espero que cuándo las descubras, sea para que firmen tu sentencia, y así, mientras pruebas un poquito de puré de polvo, yo pasaré por encima y reclamaré lo que me pertenece. MUHAHAHAHAHAHAHAH ( también vale cualquier otra risa maligna), eso sí, una vez que el espectáculo baje el telón, sin rencores, ¿te parece?.