Reseñas de March of the Eagles

caca

deberian dar dinero junto al juego...

THE GAME NOT IS IN SPANISH

Muy malo! Pensé que era un CK2 ambientado en la Rev Industrial ... pero la jugabilidad es pésima ... vuelvo al CK2

Muy buen juego de estrategia Napoleónica. El punto fuerte la matriz táctica de las batallas, impresionante!!. El punto debil, para mi gusto el tiempo real, en vez de los turnos de juego

Es solamente una demo que paradox puso a precio de juego completo. Vamos una estafa más de esta empresa. Quien diga que este juego es bueno, no se que criterio tiene.

Es la primera vez que escribo una reseña para Steam, pero creo que tengo suficientes argumentos después de haber jugado algo más de mil horas a este juego. Obviamente el producto es entretenido, de otro modo no habría podido alcanzar semejante cifra antes de alcanzar el punto de hastío, pero creo que no deja de ser una demo, un juego inacabado al que, en caso de no recibir las mejoras necesarias -y no creo que lo haga después de casi seis años desde su lanzamiento- podríamos considerar como un juego fallido. Uno de los puntos fuertes del juego es la amplia gama de opciones para dar inicio a la campaña. Uno puede jugar con los países más importantes del momento (Francia, Gran Bretaña, Rusia, España, Austria, Imperio Otomano...), con países de potencial mediano (Dinamarca, Suecia, Argelia o Portugal), con pequeñas entidades (Baviera, Sicilia, Túnez...) o incluso como un satélite dependiente de una potencia. El ritmo de juego es bueno, la banda sonora es correcta, los gráficos son lo suficientemente cuidados y la interfaz está muy bien lograda. Desde esta base, uno puede batallar -siempre de forma automática, aunque con libertad para trabajar la estrategia, los flancos, los generales...- contra sus vecinos tratando de ampliar sus fronteras hasta lograr el dominio efectivo de la mayor porción posible del mapa. Hay una amplia opción a la hora de elegir unidades con un rigor histórico aceptable y, en general, el ritmo resulta ameno. Una vez en el juego en sí, las alianzas y los movimientos de los países son relativamente lógicos: Francia tiene tendencia a tratar de invadir Rusia, Austria se mantiene a la espera hasta que un rival está muy débil, España se comporta casi siempre como si fuese un satélite de Francia, Rusia invade a Suecia, el Imperio Otomano ataca casi siempre a Egipto y/o Persia y el 90% de las veces hace la guerra contra Rusia, primero, y cuando ya está medio derrotada se ve invadida por Austria. Pese a todo, no hay dos partidas iguales y ocasionalmente hay sorpresas, como ver a los Otomanos conquistando Sicilia e invadiendo el resto de la península itálica, entrando en guerra contra Francia, o España atravesando grandes distancias para tratar de invadir Austria. El problema del juego es que, como ya he dicho antes, no está terminado. Hay ausencias sangrantes, fallos flagrantes y detalles que se echan en falta, como por ejemplo los siguientes: 1-Habiendo puesto tanta atención a entidades mínimas y casi inoperantes, y a territorios que están en disputa entre varios países y pueden llegar a pertenecer a tres distintos en función del desarrollo de las guerras y de las decisiones que se tomen, es extraño que no podamos separar a Irlanda o Escocia de Gran Bretaña, por ejemplo, o a entidades de Rusia que no sean Polonia, como podrían ser Lituania o Finlandia. 2-La superioridad naval de Gran Bretaña es exagerada e irrebatible. También es superior Francia en tierra, pero de un modo distinto. Uno puede vencer a Francia en tierra, pero a Gran Bretaña es imposible derrotarla en el mar. Cuatro barcos británicos bastan para aplastar a una docena de barcos de cualquier país, y digo una docena porque a partir de las diez o doce unidades, las flotas empeoran mucho su colocación y se vuelven vulnerables ante enemigos inferiores en número. La única forma de derrotar a Gran Bretaña es mediante un desembarco a traición, de otro modo su territorio es inaccesible; es más, estando en guerra con ellos, lo normal es que bloqueen todos tus puertos al instante sin que puedas combatirlos, aunque haya apenas dos o tres barcos en cada puerto y tú guardes en cada uno de ellos una docena de barcos de combate propios. 3-Los países satélite no se pueden independizar nunca, en ningún caso. Si empiezas tu partida como satélite, no puedes independizarte ni tener política exterior propia. En los términos de paz posteriores a una guerra, los países satélite pueden cambiar de dueño pero nunca convertirse en países libres, algo que en la historia sí ha sucedido en multitud de ocasiones. Si quitar Sajonia a Prusia significa un 36% del valor de victoria, sería aceptable que se pudiera simplemente separar de ella por un valor inferior (por ejemplo, un 25%). 4-Las entidades menores no pueden obtener ''legalmente'' la victoria en la campaña. Uno puede jugar con Argelia o Persia, dominar el continente europeo y someter a la práctica totalidad del mapa, pero nunca podrá ''ganar'' de verdad porque estos países no aspiran al triunfo. Sólo ocho potencias tienen ''condiciones de victoria'' para obtener un dominio basado en la conquista de una lista concreta de ciudades enemigas. 5-Existe la opción de arrebatar provincias a un rival hasta la totalidad de su territorio, pero también tenemos la posibilidad, en cierto momento, de anexionar territorios o convertirlos en nuestros satélites. Cuando dominamos un satélite, sus tropas nos ayudarán automáticamente contra nuestros enemigos siempre que puedan acceder a sus territorios. Otra opción es reclamar sus tropas para gestionarlas personalmente, pero en este punto el juego tiene una serie de errores muy graves, como los siguientes: 5.1 Las flotas de Marruecos, Egipto y Polonia se ven inhabilitadas en cuanto se firma la paz, porque en lugar de retornar a su puerto principal aparecen en mitad del continente. Es una lata que cada vez la flota egipcia aparezca en El Cairo y sea necesario eliminarla, teniendo en cuenta que un barco de guerra tarda todo un año en construirse. 5.2 Los ejércitos de Persia, Egipto y Polonia tienden a no obedecer y a tomar decisiones por su cuenta. Los de Polonia, además, tienden a atomizarse en tiempos de paz en lugar de agruparse como el resto de países del juego. En lugar de tener un ejército de 30.000 hombres, por ejemplo, se reparten en 30 grupos de 1.000 hombres que resultan totalmente inútiles para la guerra. 5.3 Cuando uno toma el control directo de las tropas de los satélites, al firmarse la paz todas sus tropas aparecen de forma automática en su capital. Esto es un error tremendo, sobre todo porque uno puede estar inmerso en tres guerras a la vez, esto es: haces la guerra contra Francia, Rusia y una entidad menor y casi inútil como Nassau. Haces la paz con Nassau y todas tus tropas procedentes de los satélites están al día siguiente en sus capitales de origen. Reorganizarlas y volver a llevarlas al campo de batalla puede llevarte meses. 5.4 También los generales de los satélites ''desaparecen'' o se reasignan de un modo erróneo después de firmar la paz. Supongamos que he unido a mis tropas de Argelia, Egipto, Sicilia y Túnez en un solo ejército bajo mando de los generales sicilianos. Al regresar a casa, Sicilia no tiene ningún general y sus generales se encuentran al mando del pequeño destacamento tunecino sin ninguna razón aparente. También durante la guerra desaparecen porque los satélites reclutan nuevas unidades, lo que no debería suceder bajo ningún concepto si han sigo asignados a un ejército en mitad de una guerra. 6-No existen las rebeliones, salvo unos conatos absolutamente ridículos que pueden ocurrir en Argelia, Serbia y un puñado de territorios donde una mínima unidad rebelde se alza en armas para ser totalmente incapaz de llegar a algo. 7-Hay un panel de ''decisiones'' que es algo así como ''opciones políticas avanzadas'' y personalizadas para cada país, pero sólo funciona para Francia. En todos los demás casos, esta variante no está habilitada. Una vez más, es como si el juego no estuviera terminado y fuese una demo en desarrollo. Se puede usar para que Francia se anexione a su satélite de los Países Bajos o para otorgar un territorio concreto a Westfalia, pero, como he dicho, sólo Francia cuenta con esta posibilidad. Podría completar una lista de diez, pero llegué al espacio límite para mi reseña. En conclusión, juego atractivo y gran potencial, pero inacabado y lleno de errores sin resolver que lastran el resultado.