Reseñas de This Is the Police 2

La secuela directa a This is the Police trae consigo un par de nuevas mecánicas que le diferencian de su predecesora. Los oficiales de policía ahora obtienen mejoras a sus habilidades a medida que su profesionalismo sube. Esto afecta directamente cuando, ocasionalmente, tomemos control de nuestros oficiales de policía en los asaltos y en otras misiones que requieran de las ordenes directas de un viejo policía experimentado para que estas acaben de buena manera. Dejando eso de lado, las mecánicas del juego no se diferencian de las de la primera entrega. El juego también comete de nuevo el pecado de volverse repetitivo rápidamente, pero al menos trata de añadir nuevas mecánicas que dan algo más de dificultad al cómo se maneja a los policías, tanto al despacharlos a atender llamadas como al decidir qué se servirá de comer en la estación. Aún así, los intentos de avivar la jugabilidad fallan y el mismo juego hasta les reconoce como una posible molestia a largo plazo, permitiendo que se les ignore y se mantenga el núcleo de juego base a medida que avanza la historia. Por ejemplo, la mecánica del comedor nos invita a leer las preferencias de los policías de turno para escoger un menú que guste (o al menos no disguste) a todos los oficiales. Con el paso de los días, esto pasa de ser una nueva parte de la planeación diaria y se convierte en un juego de tirar la moneda donde es posible que no se pueda satisfacer a todos y que los disgustados te dejen de ser leales. El juego termina ofreciéndote la opción de pagar para que alguien se ocupe de la comida diaria y así ya no tener que pasar por el suplicio diario de depender de la aleatoriedad para que a los policías no se les caiga el pelo porque no tuvieron helado como postre. El apartado sonoro es igual de bueno que el de la primera entrega. Las actuaciones de voz no fallan y la música es deliciosa, aunque quizás pueda desentonar por el nuevo ambiente en el que se trabaja. Quizás en la gran ciudad sonaba mejor el jazz, pero en las montañas nevadas también hay espacio para que un sabueso policial dirija a sus subordinados al ritmo de las improvisaciones de un saxofón histérico. La historia se mantiene igual de buena que en la primera entrega, aunque personalmente hubiese apreciado que pudiese haberse visto influida por las decisiones tomadas en el primer juego o por las acciones hechas a lo largo de la partida. A medida que el final se acerca, se desvela el tipo de persona que Jack Boyd es y por qué ya no hay manera de que su nombre pueda ser limpiado. Recomiendo el juego, aunque no a precio completo. Esperaría al menos una rebaja del 50%. Flaquea a ratos, pero es una buena experiencia que sabe cómo continuar lo que la primera entrega inició