Reseñas de Super XYX

Juegazo de naves al estilo retro.

Excelente shump que no tiene reparos en lucir sus claras influencias de Toaplan. Así sería Truxton si se lanzara hoy, poco más hay que decir. Totalmente recomendable, gráfica y sonoramente es una delicia. Otro aporte más para un género que no deja de traernos joyas y alegrías año tras año.

El juego en sí es muy bueno, pero la paleta de color me destroza la vista. Así que puedo recomendarlo como gran juego Bullet Hell.

Buen juego de corte clásico, con guiños a claros clásicos como el Truxton/Tatsujin. Es un juego en general redondo y muy asequible para aquellos que no sean muy diestros en este género. El "true ending" nos permite obtener una fase extra tipo caravan llamada "The Gauntlet" que trae algo más de reto, sobretodo si vas a puntuar y una fase final con un final boss bastante entretenido que puede suponer un reto para muchos, sobretodo si no has sabido gestionar bien las bombas. Lo recomiendo 100%, sobretodo para aquellos que están empezando en el género y les gusta los shmups verticales más clásicos. Buenas músicas, buen arte de pixel, cuatro naves extra desbloqueables, varios modos de juego y una buena jugabilidad, no me he sentido "robado" o "traicionado" por la dificultad ni por "dudosas muertes".

Badass shooter. Everything is really well thought and the gameplay is fast and frenetic. Love the "Toaplan" aesthetic and the music rocks. At first glance it can look like a super difficult game but it isn't that much, it's all about the patterns and good reflexes. Can't recommend it enough.

- Toaplan Rebirth- Wuau. Estoy tremendamente impresionado con este shmup vertical. Parece directamente rescatado del año 95. Es un trabajo minucioso, apasionante de recorrer y fresquísimo. Una perfecta fusión entre los verticales de transición a los bullet-hell y con algunas de sus reglas: Hitbox pequeño, dos velocidades distintas (una de ellas para esquivar balas), y todo el encanto cromático y sonoro de cualquier shmup de la escuela Raizing o CAVE... Pero que parece de Toaplan. Inteligentísimo el sistema de puntos, pues premia a quienes acumulan varios No Miss seguidos (es decir, no morir en las fases) y el típico leech de recoger medallitas de la pantalla, que se transformarán en jugosas bonificaciones que da muuucho gustirrinín ver sumándose a nuestro marcador. Gráficos brutalmente bien hechos, una música de infarto que suena a una máquina arcade al 350% y una progresión cuidadísima hasta decir basta. Merece totalmente la pena coger el ítem "?" secreto de la fase 3 para ir a por el jefe final verdadero, que es ÉPICO y EMOCIONANTE. El juego además tiene muchos desbloqueables, naves opcionales y un pique enorme consistente en superarnos a nosotros mismos. Es un juego que parece complicado, pero que realmente resulta accesible al lado de todos los verticales consagrados a los que hace homenaje. La curva de dificultad está estudiadísima, y aunque los ataques enemigos parezcan supersónicos o las rutinas impredecibles, al final todo se puede memorizar y planificar así una partida perfecta. Un shmup para todos, para nostálgicos, para newcomers y para expertos. Vais a encontrar aquí dentro un shmup que parece traído de una época muy concreta, con unos axiomas y forma de ser única y a la vez reconocible. ADN vertical noventero puro, y un perfecto ejemplo de cómo contentar a todos (ni tan clásico, ni tan moderno).