Reseñas de Maid Cafe at Electric Street

GOTY

El estilo y la idea del juego son una maravilla.

He cambiado de opinión, y ya no puedo recomendar este juego debido a la etiqueta de "Gestión". Al principio, pensé que el tutorial era simplemente demasiado largo; estaba ansioso por adentrarme de lleno en la dinámica de la cafetería: manejar las finanzas, contratar empleados, comprar muebles nuevos y, en general, disfrutar de todo lo que implica un juego de gestión. Sin embargo, después de jugarlo durante varios días, me di cuenta de que esa gestión prácticamente no existe. El gameplay se reduce a lo siguiente: dormir temprano, juntar dinero para "mejorar" el local (mejorar, en este caso, significa hacerlo más famoso, sin mayor propósito), moverte unos cuantos segundos por el mapa y luego enfrentarte a interminables bloques de texto. A esto se suma otro problema que rápidamente se vuelve frustrante: las constantes pantallas de carga. Todo en el juego parece necesitar una pantalla de carga. Si bien no duran más de unos segundos, la frecuencia con la que aparecen es agotadora. Quieres entrar a una tienda, pantalla de carga. Vas a tu departamento, otra pantalla de carga. Hablas con alguien, más de lo mismo. Llega un punto en que te preguntas: ¿por qué todo requiere una pantalla de carga? Este diseño fragmentado solo acentúa lo repetitivo de las mecánicas. Terminas sintiéndote más como si estuvieras jugando una novela visual, lo cual no sería malo si esa fuera la etiqueta principal del juego. Porque, dicho sea de paso, la historia es entretenida, los diálogos están bien escritos, la música es agradable, y tanto el diseño de personajes como los escenarios son visualmente atractivos. Pero si esperabas una experiencia de gestión, como fue mi caso, pronto te darás cuenta de que el juego no cumple con esas expectativas. Por ejemplo, aunque hay muchas tiendas con una gran variedad de alimentos, todas ofrecen prácticamente lo mismo. Por otro lado, el dinero que ganas solo sirve para comprar regalos para las waifus y avanzar en sus rutas románticas o para adquirir recetas de café que solo son útiles en momentos puntuales. Y estos momentos específicos dependen de que adivines lo que quiere el cliente, algo que puede resultar frustrante. Además, el enorme catálogo de coleccionables parece estar ahí únicamente para justificar el porqué de tu trabajo, pero su impacto real en la jugabilidad es mínimo. En resumen, este juego puede ser una gran elección si lo que buscas es disfrutar de una historia divertida con buenos diálogos y personajes carismáticos. Sin embargo, si esperabas encontrar una experiencia de gestión auténtica, te cansarás rápidamente del tedioso ciclo de moverte unos segundos, enfrentarte a interminables diálogos y sufrir las constantes interrupciones de las pantallas de carga.