Tiempo de juego:
2928 minutos
Lo cierto es que me esperaba mucho menos para ser un juego en acceso anticipado. Al final ha resultado estar mejor de lo que pensaba. Es más, ha superado mis mejores expectativas.
Este simulador logra ponernos en el papel de un conductor de unos trenes muy especiales, los automotores ingleses con motores diésel y tracción mecánica diseñados a mediados del siglo XX. Estos automotores tienen la peculiaridad de tener cambios de velocidades manuales muy similar a los cambios que conocemos de los automóviles, lo que hace que no sean vehículo fáciles de conducir. Una vez más, nuestras tareas se van a centrar en el cumplimiento de unos horarios establecidos (¡es un simulador de trenes!), aunque Diesel Railcar Simulator nos va a dar a elegir si quieremos hacer el recorrido planteado o queremos efectuar el rescate de un tren varado.
Partiendo de esta mecánica de juego, DRS es un juego muy divertido y con la variedad suficiente como para tenerte enganchado bastantes horas. A las tres rutas que incluye, se le unen cinco modelos distintos de automotor, cada uno con sus peculiaridades físicas. Además, las rutas tienen ramales urbanos, rurales y vías rápidas o lentas, lo cual ofrece variedad para todos los gustos. Hay muchas actividades planteadas por cada ruta, con servicios de todo tipo. Desde los trenes expreso sin paradas, los semi-rápidos, los cercanías... Y todo ello con la posibilidad de jugar en modo normal o rescate. Por otra parte, los trenes ofrecen dos niveles de conducción, siendo el nivel experto un reto, aunque muy divertido.
En el aspecto gráfico puedo decir que simplemente cumple su cometido. El motor Unity que utiliza, permite jugar con muchos efectos e incluso en DirectX 12. No está ni mucho menos a la altura de Train Simulator o Train Sim World en este aspecto, pero creo que realmente no le hace falta. En ningún momento vamos a echar de menos mayor calidad gráfica, porque casi desde el principio vamos a estar inmersos en controlar el tren y no nos va a dar tiempo casi a mirar el paisaje.
El simulador ofrece unas físicas muy bien conseguidas. Se "siente" perfectamente como se acelera, como se cambia de velocidad, como se frena... Tienes una sensación real de llevar un tren, no de manejar un juguete. En el aspecto negativo de las físicas, el tren se bambolea demasiado para mi gusto. Supongo que esto y otras cosas, serán mejoradas en las sucesivas versiones que saldrán hasta que tengamos la versión definitiva.
DRS tiene previsto un editor de rutas y escenarios, con Workshop de Steam, para que los más mañosos puedan montarse sus rutas y sus batallas propias. Esto es algo que creo fundamental para un simulador, así que el desarrollador no se ha olvidado de ello.
En definitiva: por el precio de un DLC de Train Simulator tienes un simulador nuevo y muy divertido al que sacar muchas horas de conducción. Y todo ello con vistas a que se vaya mejorando y se vaya añadiendo contenido. El desarrollador avanza que muy pronto habrá una locomotora lista para rodar por las vías de DRS.
Al fin un poco de aire fresco en el mundo de la simulación ferroviaria, donde uno está harto de que te traten como una cartera con patas que suelta toneladas de dinero en adquirir DLCs.
¡Esos pulgares arriba!
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