Reseñas de Darksiders Genesis

buen juego para jugar en parejas, te motiva a divorciarte

¡¡¡Está brutal!!! Recuerda muchísimo Enter the Gungeon con toques de Diablo, es divertido y frenético, jugarlo con amigos es algo que recomiendo encarecidamente, la sinergia de ambos Jinetes está brutal, a la par de que sus interacciones, al ser personalidades opuestas, están muy graciosas y si hablamos de la banda sonora… 100/10, qué pedazo de obra de arte. Lo recomiendo sin duda alguna, estimados caballeros u.u

¡Por la barba de Odín y el martillo de Thor! He aquí que me he aventurado en las profundidades pixeladas de Darksiders Genesis en Steam, y mis ojos (y mis pulgares) han presenciado tanto la gloria como el sopor. Permitidme, pues, que con mi voz de trovador y mi pluma de ganso os desgrane mis impresiones de esta epopeya demoníaca. Dicen las malas lenguas, y las no tan malas, que es un juego "no está mal". Y, ¡pardiez!, si por "no está mal" entendemos que no te arranca los ojos con garfios oxidados ni te obliga a beber cerveza caliente, entonces sí, no está mal. Pero, ¡ay!, mi paciencia, más fina que la seda de una araña tejedora, se ha visto puesta a prueba más veces que un caballero en un torneo de justas sin caballo. La lentitud, ¡oh, la lentitud! Más pesado que un burro cargado de ladrillos de plomo, el avance es tan pausado que uno podría plantar un huerto, cosechar patatas y aprender a tocar la zanfona antes de que ocurra algo realmente emocionante. Y hablando de emociones, las habilidades de nuestros campeones, Guerra y Disputa, son más descafeinadas que un café de cebada. Uno espera lanzar rayos, invocar demonios o convertir a los enemigos en ranas, ¡pero no! Parece que mis héroes se han quedado sin ideas, o sus magos personales han olvidado los conjuros más chulos. No dan esa sensación de ser "definitivas", de cambiar el curso de la batalla. Son más bien como el bostezo de un monje después de una noche de vigilia: ahí están, pero no hacen gran cosa. Y el combate, ¡santos cielos! Más tosco que un golem de piedra con artritis severa. Uno se lía a espadazos y disparos, esperando la fluidez de un baile élfico, pero lo que obtiene es la gracia de un hipopótamo en patines. Los golpes no encajan con la satisfacción que uno desearía, y a veces, uno no sabe si ha dado al enemigo o si le ha dado un ataque de estornudos. Es como intentar clavar un clavo con una berenjena: se puede hacer, pero es un desastre. En resumen, mis nobles amigos, Darksiders Genesis es un banquete que, aunque no te envenena, te deja con el regusto de que te esperabas un festín y te sirvieron una sopa de guisantes. Si tenéis paciencia de monje y os gusta el ritmo de un caracol con resaca, quizás encontréis vuestro elixir. Si no, quizás sea mejor volver a vuestros pergaminos de estrategia o a las arenas de vuestros coliseos favoritos.

Muy buen juego, para entender como empezó todo este bardo de Darksiders. El hecho de que puedas jugarlo cooperativo le da un toque especial con respecto a los demás Darksiders. Lo recomiendo.

Juegazo, me sorprendió lo mucho que me gustó, el diseño de personajes como toda la saga es muy bueno, los niveles tienen lo suyo, cada jinete aporta una jugabilidad diferente y poder jugar con el jinete que faltaba Deadpo...digo Lucha se agradece.