Tiempo de juego:
146 minutos
El juego al principio me gustó bastante, me pareció divertido, y me gustaron las referencias a juegos clásicos como Tetris y New Zealand history.
Aun cuando me pareció un pelín soso, seguí jugando; hasta que descubrí que cada vez que pasas una nueva fase y se abren más habitaciones, el juego comienza a ser un largo recorrido una y otra vez desde el principio hasta esas nuevas salas, que si bien no son las mismas, no se diferencian demasiado. No comprendo por qué, la gran mayoría de salas son simétricas; por un lado a veces tiene una puerta y por el otro no, pero son iguales, y este patrón acaba cansando.
El arma por defecto (la "espada"), se convierte enseguida en un objeto inútil, obligándote a farmear el escaso oro (que prácticamente solo aparece tras matar a un enemigo) para comprar armas más potentes, y esto llega a convertirse de opcional a vital demasiado pronto; en la tercera fase ya es prácticamente imposible sobrevivir de otro modo.
Se da el caso que si tienes un arma potente, que has comprado con esfuerzo, y se te está agotando, llegas a olvidar tu objetivo principal (que es buscar a algún familiar del Rey), para tratar de no quedarte sin munición, porque estarías directamente muerto, y dado el escaso oro, el resto de items consumibles directamente los obvias para ahorrar.
Te matan y vuelta a empezar todo de nuevo desde la puerta de inicio. Un mejor sistema de checkpoint se hubiese agradecido, porque así se hace muy pesado; yo he dejado de jugar después de la cuarta o quinta vez que el juego me ha obligado a repetir las tropecientas pantallas vacías de enemigos muertos antes de aquella en la que me mataron. Esto se hace muy pesado, ya que como digo, en esas pantallas que vuelves a recorrer, puede no haber nada, si mataste a los enemigos.
Creo en este sentido que el juego quizás no esté bien balanceado, y da la sensación de que por ese camino de farmear->conseguir armas o estás jodido, te matan y vueeeeeelta a recorrer las mismas salas vacías, no se va a poder terminar todo el juego. Las salas nuevas que aparecen, más que un consuelo de nuevos retos, parecen una tortura de añadido que vas a tener que patear cada vez más lejos.
Los personajes están graciosos, son simpáticos, pero las ilustraciones son un poco amateur (los fondos del bosque, los dibujos del menú de intro, etc.)
La música para mi gusto es igualmente insípida y escasa de emoción (salvo una melodía más animada que suena de vez en cuando), y es repetitiva a más no poder.
Los chistes y la historia en sí me parece de lo mejor; buenos chascarrillos con sentido del humor, y el hecho de que puedas personalizar tu avatar con caras ridículas, es un win.
En definitiva: no me arrepiento de haberlo comprado, me parece que tiene buena intención y buena base; me he divertido durante un par de horas, pero a la tercera ya me he aburrido y ha dejado de sorprenderme.
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