Reseñas de Lilac 0

Lilac 0 es un grandísimo shmup que además sabe innovar dentro del género, lo cual nunca es fácil. Estéticamente se parece mucho a ZeroRanger pero la jugabilidad cambia bastante respecto a este. Engancha como cosa mala ya que, aunque tiene una elevada dificultad, es un juego justo, de los que premian la constancia. El juego es muy de memoria (aunque también de mucha habilidad) cuyos runs son cortos, no da pereza echar una partida más para ver hasta dónde puedes llegar. La banda sonora está bien pero ningún tema diría que es memorable. Tengo la impresión que esto se ha buscado un poco a propósito, para no distraer al jugador del gameplay. Las melodías están bien pero son un poco repetitivas y parecidas entre ellas. El diseño de niveles y el sistema de scoring está muy bien pensado, se nota que el desarrollador ha puesto mucho mimo y detalle en ello. Los jefes también sobresalen y cada uno tiene su personalidad bien marcada. Además existe la mecánica del overkill que añade mayor profundidad para quien busque maximizar su puntuación. En fin, un muy buen juego, que engancha mucho, que no esconde para nada sus referencias y que está perfectamente ejecutado. Recomendadísimo!

- La sensación de supervivencia al límite - Es sencillo que los shmups caigan en desequilibrios serios en su curva de dificultad: de pronto o todo es muy fácil o muy difícil, y aparecen lo que llamamos "picos de dificultad". No es algo malo persé, ya que es casi una característica innata del género, pero si esto consigue reducirse casi al mínimo sabemos ya automáticamente que estamos ante una joya de las que no abundan. Es el caso claro de Lilac 0. Todo el juego es una tensión constante entre esquivar y arriesgarse, entre hacer un dash o no hacerlo, entre estar a punto de ser derrotados nosotros pero también el jefe que tengamos delante. Todo el juego se basa en reaccionar a tiempo, no perder los nervios y a la vez jugar nerviosos. Los fallos se pagan caros. Y aún dominando su sistema de juego seguiremos encontrándonos momentos de máxima tensión. No nos lleva a un límite de reflejos como pueda exigir cualquier bullet-hell bien construido pero si a cotas altas de concentración. A saber, contamos con un ataque de área que va creciendo que fija a los enemigos, un dash de invencibilidad que sirve también para dañar y romper balas enemigas y el disparo básico. No hay power-ups ni incrementos de velocidad, solamente al mantener el ataque en radio podremos movernos más lentos. Todo en Lilac 0 es simple, pero a su vez complejo de dominar y entrelazar. Tan pronto se nos exigirá hacer un dash para librarnos de algo como para rematar enemigos naranjas. Hablando de éstos últimos, el dash no se gasta si cortamos a los enemigos naranjas con él. A su vez tenemos un medidor de estilo que premia si matamos de área y con dashes, justo las características que más en riesgo nos colocarán (un dash en falso y estaremos vendidos), ya que acabar dentro de un ataque enemigo por error es facilísimo. Algunos subjefes soltarán HP, que es el sistema de extends. Es decir, si llegamos a 0 de energía el crédito terminará, debiendo recorrer cuatro niveles y un quinto que es el jefe final. Un detalle alucinante de este juego es que aún tiene más riesgo: determinados jefes agregarán una forma extra si somos capaces de usar el dash cortante a un punto débil bajo ciertas circunstancias, lo que alargará la batalla dándonos acceso al jugoso overkill, es decir, poder rematar a los jefes con el dash para obtener a cambio un jugoso bonus de puntos. La capa de scoring es tremendamente adictiva y bien construida, me ha sorpendido mucho ya que no solo vas a picarte por la propia supervivencia. Lilac 0 es mi sorpresa de 2025 en el género y espero que mucha más gente lo descubra. Tiene unos valores de rejugabilidad y adicción de los que hacen que nos quedemos pegados al mando. No es otro shmup más, este tiene algo. La música y gráficos también son excelentes y nos recordarán ya a otros trabajos consagrados. PD: Excelente uso de Godot, no sabía que este motor pudiera ser tan bueno para el género.