Tiempo de juego:
1006 minutos
El juego es una mezcla de aventura “casual” como gustan de llamarse ahora, y de objetos ocultos. Las escenas de objetos ocultos son bastante sencillas, con un batiburrillo de objetos colocados de cualquier manera, y el encontrarlos todos no reporta ninguna dificultad ya que no están escondidos de ninguna forma ingeniosa y la mayor parte de ellos se ven al primer vistazo. Eso me ha gustado porque en muchos juegos complican de forma innecesaria esta parte y no lo encuentro necesario.
En la parte de aventura, como es habitual, necesitarás encontrar objetos para solucionar puzles y desbloquear nuevos caminos. Muchas veces los objetos que necesitas están divididos en partes, y tienes que recoger dos partes, o diez. Abusan de este recurso para alargar el juego artificialmente en lugar de crear localizaciones nuevas con más objetos y puzles distintos, pero me he encontrado que, aunque normalmente es algo que me molesta en la mayoría de juegos que he probado, en este no me ha importado porque el ritmo del juego es tan rápido que todos esos trozos de objetos que tienes que encontrar no te enlentecen en absoluto. Hay más de 20 lugares realmente detallados, y aunque desde luego tienes que pasar varias veces por un mismo sitio, suelen hacer algún cambio en el decorado para darle un poco de variedad (poca, eso sí)
Un añadido interesante es el de los poderes de Drácula. Tiene cuatro (ver lo invisible, telequinesis, super-fuerza y convertirte en murciélago), que vas desbloqueando poco a poco, y aunque sustituyen al uso de objetos de una forma muy obvia, para usarlos necesitas botellas de sangre -que también son objetos, pero son todos iguales y se usan de la misma forma así que no cuentan- y hacen que parezcas estar jugando con un vampiro y no con un protagonista humano cualquiera.
Los minijuegos y puzles, de los que hay una variedad y número impresionante, además de estar en ocasiones bien integrados en la aventura comienzan siendo realmente fáciles pero acaban complicándose y más de uno tendrás que optar por saltártelo. Afortunadamente disponemos de esta posibilidad sin más inconvenientes que quedarnos sin un logro. La otra opción es recurrir a la guía de estrategia que viene con el juego y que está disponible desde el menú.
La historia es interesante aunque sin complicaciones, sencilla pero pensada como una parte importante del juego (es la secuela de Dracula: Origin, que era una aventura tradicional) y no como una simple excusa de donde colgar los minijuegos. Está presentada como una gran aventura con un objetivo claro y urgente, y las exóticas localizaciones por las que vas pasando acrecentan más esa sensación. Pero este ambiente serio se esfuma por completo en cuanto escuchas hablar a los personajes, con un Drácula con acento cerrado de algún país de Europa del Este y Van Helsing todo un caballero inglés. Es obvio que los dobladores han disfrutado caricaturizando a los personajes al extremo, y el resultado es fenomenal (pero si su intención era que fuese serio y realista, no lo han conseguido).
Por poner un defecto, decir que el juego a veces se quedaba colgado durante unos segundos, se iba la imagen (sobre todo si giraba la tablet, pero podía pasar en cualquier momento) o aparecían defectos gráficos extraños (el cursor reemplazaba a una pieza de un minijuego, por ejemplo). Son fallos que no te estropearán el día, y menos porque el progreso se graba constantemente y no pierdes nada si te sucede algo así.
Es difícil ser original o innovador en el género de objetos ocultos, y este juego no es ninguna excepción. Hace todo lo que se espera de él pero lo hace bien, sin tomarse en serio la historia y llevándola al límite, añadiendo continuamente nuevas localizaciones, escenas de objetos ocultos, sencillos puzles con los objetos que recoges y montones de minijuegos. Tiene ya unos años pero es tan recomendable ahora como el primer día.
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