Tiempo de juego:
609 minutos
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[h1]Sudando el papo[/h1]
Hell Yeah! es de esa clase de juegos que parecen querer dar una impresión como de muy molones y donde todo es así como muy loco porque “nos suda el papo” y esa clase de cosas. En realidad, eso es algo que jugó en su contra la primera vez que lo probé hace ya más de 10 años, pero lo cierto es que ahora que lo volví a coger por banda he disfrutado bastante con la experiencia, he visto que era más “difícil” de lo que creía, y he de admitir que es bastante diferente a cualquier plataformas que haya jugado con anterioridad. No es que vayas a encontrar algo tremendamente elaborado en su plano argumentativo, ni tampoco a nivel jugable ofrece algo muy diferente a lo ya visto en este género, pero sabe sorprender lo suficiente para ser diferente en su planteamiento jugable y a la vez ser bastante entretenido.
[h1]Un conejo salido[/h1]
En el juego controlaremos a un príncipe demonio conejo, el cual estaba haciendo guarradas con su pato en la bañera cuando le sorprende un paparazzi y le hace unas fotos bastante comprometedoras. ¡A él! ¡¿Cómo se atreven?! ¿Desde cuándo la realeza no puede ser algo pervertida?
La cuestión es que nuestro personaje está decidido a recorrer todo el infierno buscando al responsable para arrebatarle las fotos y, además, aplastarle la cabeza contra el suelo todas las veces que su ira le permita. Este es el argumento base del juego, no muy elaborado, pero suficiente ciertamente.
[h1]Plataformas, combates y fatalities[/h1]
Como tal el juego es un plataformas con leves toques de metroidvania, donde su mayor virtud reside en explorar mapas bastante grandecitos y enfrentarnos principalmente a semijefes y jefes del infierno. Hay enemigos también del tipo “hacer bulto”, pero no es la base del juego. En cada mapa habrá determinados semijefes que debemos derrotar y un jefazo al final de esa zona. De hecho hay un montón de ellos, 101 en total, y cada uno con su trasfondo de cómo llegaron al infierno o historia que se nos cuenta brevemente en un compendio que llevaremos siempre encima. Muy original esa parte. Los habrá de todo tipo, y con diseños muy originales, y no siempre la solución para acabar con ellos será evidente.
Como tal nuestro personaje conejil no tiene poder alguno por sí solo, no podrá saltar sobre el enemigo a lo Mario para acabar con ellos, sino que contará con una rueda de tormento que girará a nuestro alrededor y la posibilidad de comprar armamento muy variado para poder acabar con los enemigos. Sin embargo, una de las cosas más divertidas que tiene el juego, y es algo que lo hace único, es su forma de acabar los enfrentamientos contra esos 101 enemigos: los fatalities.
Hay una absurda cantidad de fatalities en este juego. Son tantos que incluso perdí la cuenta, y algunos son muy divertidos y extrañamente largos en sus animaciones en algunas ocasiones. Todos se presentan a modo de minijuego, que también son muy variados, donde tendremos que pulsar un botón o realizar una acción muy determinada y muy original en la mayoría de los casos, para poder derrotar al semijefe o jefe en cuestión cuando ya no le quede vida.
Hablo de minijuegos como pulsar un botón en el momento adecuado para soltar un gusano en una olla y que el conejo aparezca vestido de juglar tocando una flauta y vengan un montón de ratas para devorar al enemigo, u otra serie de cosas muy locas realmente. En serio, es muy original en este aspecto. Es increíble ver cómo se han comido el tarro para sacar tantos fatalities tan diferentes y tan originales. En ese aspecto el juego no dejará de sorprenderte en ningún momento. Y, además, en no pocas ocasiones te reirás bastante con las ocurrencias.
[h1]Una pizca de metroidvania[/h1]
Aunque el juego es un plataformas de acción como tal, implementa bastantes cosas de los metroidvanias como tener que mejorar la rueda del tormento para poder acceder a lugares de los mapas donde antes no podías, poder realizar backtracking una vez activados los teletransportes, consultar bastante el mapa, actualizar las mejoras para ser más efectivo con según qué enemigos o cosas parecidas. Como tal no es un metroidvania, que quede claro, porque aunque las actualizaciones de la rueda del tormento vienen por el argumento, el backtracking y la exploración de los escenarios es puramente opcional en lo que al factor metroidvania se refiere, pero bueno, ahí está para el que quiera disfrutarlo.
Los mundos en los que se compone el juego son bastante variados e irán desde el típico infierno de fuego, a lugares submarinos, zonas de criptas e incluso el espacio, entre otros. Lo mismo pasa con la manera de afrontar dichos mundos.
En general siempre estaremos subidos en la rueda del tormento, algo que nos da una sensación de bastante omnipotencia, pero habrá ocasiones donde nos tendremos que bajar de ella e ir a pata y en ese momento estaremos totalmente desprotegidos y sin capacidad de ataque, por lo que el enfrentamiento directo no será una opción, pero siempre hay otros métodos…
Lo cierto es que en este aspecto el juego también acierta plenamente, ya que ofrece multitud de situaciones muy diferentes unas de otras. No se tratará de ir subido en una rueda dentada cercenando a la peña todo el tiempo, ni mucho menos, también como he dicho iremos a pata o nos montaremos en un submarino o incluso tendremos momentos de shoot’em up. En realidad, el juego se esfuerza, y consigue, sorprendernos muy a menudo. Algo muy de agradecer.
[h1]Mejorando la resolución[/h1]
El único inconveniente que tiene el juego es que no acepta en principio resoluciones superiores a 1080, pero hay una solución bien fácil. Si sigues el enlace arriba indicado, verás que solo tienes que editar el ejecutable con un editor hexadecimal, recomiendo HxD, buscar el valor que se muestra y variarlo por el valor que se indica. No afecta a los logros ni al DRM de Steam. Cuando vuelvas a iniciar el juego, podrás elegir la resolución que quieras, incluso de 21:9.
[h1]Conclusiones[/h1]
En definitiva, Hell Yeah! es un plataformas realmente diferente, divertido y original. A buen seguro no habrás jugado o jugarás a algo remotamente parecido, donde las risas y las locuras están en cada rincón de este infierno de principio a fin.
👍 : 10 |
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