Tiempo de juego:
1297 minutos
Art of Murder: FBI Confidential es un título realmente memorable con una historia muy bien construida. Aunque es un gran juego por sí mismo, para mí tiene un significado especial, ya que fue la primera aventura gráfica que descubrí. Estuve presente mientras mi padre lo jugaba durante horas, aunque yo apenas tenía conciencia en ese entonces. Sin embargo, nunca olvidé esta obra. Desde entonces, lo guardé como un título especial, consciente de lo importante que era para mí. Aunque no lo jugué hasta hace poco, al finalmente hacerlo, despertó en mí una mezcla de nostalgia, acompañada de recuerdos algo distorsionados, que me transportaron a esa parte de mi infancia. Aunque ya tenía una idea de la calidad del juego, logró sorprenderme en varios aspectos.
Lo más destacable es la trama y su estructura, que logran mantener al jugador expectante con giros inesperados y una atmósfera de suspenso constante. Los escenarios, detalles y personajes complementan muy bien esta narrativa. Aunque no se hace un gran énfasis en la mayoría de los personajes, siento que están bien logrados, y la interacción con ellos no se hace pesada en ningún momento.
Nicole Bonnet se distingue como un personaje excepcional. Personalmente, creo que su determinación y evolución a lo largo de la trama es también un punto fuerte del juego. Desde el principio, demuestra una profunda dedicación a su labor, y su crecimiento a lo largo de la historia es tanto evidente como bien ejecutado. A medida que avanza la trama, desarrolla notablemente sus habilidades y carácter, manejando situaciones complejas con gran solidez. Su apariencia no solo refuerza su carácter, sino que también intensifica el impacto que tiene en su entorno, la impresión de su belleza es evidente para los personajes, y esto se refleja en la manera en que la perciben, notándose en el trato.
Sin embargo, el juego tiene algunos inconvenientes que pueden afectar muy ligeramente la experiencia general. Por ejemplo, los diálogos, aunque funcionales, a veces carecen de la emoción necesaria para acompañar la intensidad de la historia. La interfaz y los controles también pueden resultar un poco torpes, y la navegación por el inventario y la interacción con objetos no siempre es fluida.
A pesar de esto, el juego logra cosas interesantes que no son muy comunes. Los puzzles, aunque no extremadamente desafiantes, están bien integrados en la trama, haciendo que cada avance se sienta gratificante. También es destacable lo directo que es el juego en muchas ocasiones. No hay relleno innecesario, y la historia se mantiene sólida sin perderse en detalles irrelevantes. Además, el juego evita hacerte recorrer escenarios innecesariamente, ahorrando tiempo al darnos indicios de que Nicole aún tiene cosas por hacer en cada lugar, lo que evita dolores de cabeza al peinar cada escenario.
En conclusión, este juego no solo es una excelente aventura gráfica, sino una gran obra de arte, sumamente recomendable para todo aquel que valore una buena historia dejando de lado las limitaciones de la época.
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