Reseñas de Uurnog Uurnlimited

8/10

Uurnog Uurnlimited es la versión refinada del último juego de Nifflas -disponible de forma exclusiva en la tienda de Humble hasta hace muy poquito-. Por suerte, esta revisión para steam expande y remoza lo visto en su versión primigenia. Si eres habitual del mundillo indie, es muy posible que conozcas su trabajo (la saga Knytt fue relativamente famosa en los primeros años del boom indie). En la tónica del resto de sus creaciones, Uurnog Uurnlimited tiene un estilo propio caracterizado por la sencillez, aunque en esta ocasión la paleta de colores se combina de formas más estridentes en consonancia con el tonillo delirante y surrealista que se respira en cada una de sus pantallas. En cualquier caso, tanto el diseño gráfico como sonoro se combinan con elegancia para dar esa pátina inconfundible que lo identifica como un trabajo [i]made in[/i] Nifflas. Para hacer justicia a Uurnog, es necesario mencionar el mimo puesto en su aspecto sonoro: un sistema interactivo que elabora la música en tiempo real dependiendo de lo que esté sucediendo en la partida. La banda sonora siempre ha sido uno de los elementos más llamativos en sus juegos y aunque en este caso las canciones no son pistas de audio al uso, tienen la suficiente entidad como para proporcionar un acompañamiento perfecto. Uurnog podría definirse como una aventura plataformera en la que puzles y exploración son los mecanismos centrales. Tras elegir el aspecto de nuestro avatar entre varios diseños predefinidos, empezaremos sin más un pequeño tutorial conectado directamente con la sala central que servirá de nexo para la mayoría de sus desafíos: la sala de guardado. El guiño jugable de Uurnog es que solo se mantendrá intacto lo que introduzcamos dentro de esta sala; cada vez que salgamos o nuestro avatar muera, el resto de niveles volverán a su estado original. Esta idea puede parecer extraña en los primeros minutos, pero es fácil comprender su atractivo. En algunos casos, de hecho, es fundamental para resolver los rompecabezas más exigentes. Tanto por diseño artístico como jugable, se pueden oír los ecos de FiNCK -un juego gratuito del propio Nifflas, que exploraba esta misma idea de un modo más breve- y Lyle in Cube Sector -otro clasicazo olvidado del boom indie con el que comparte surrealismo y los omnipresentes cubos-. El desarrollo es relativamente abierto y como ha sido habitual en títulos anteriores, plagado de secretos y capas que es difícil prever en una primera toma de contacto. Esta versión “uurnlimitada” añade, además, una nueva sección enorme con puzles y secretos más durillos de pelar; por si fuera poco, también tiene un modo multijugador local muy sencillito pero resultón que permite afrontar los puzles desde una perspectiva totalmente distinta. Quizá su tono despreocupado y absurdo sea tanto su mayor virtud como su peor problema; la única cosa realmente criticable de su propuesta es que a pesar de ser divertido y evocador, como experiencia se queda un pelín vacía. Su diseño es elegante, original; su jugabilidad cautivadora y enigmática, pero sin demasiada sustancia. Por supuesto, esta filosofía de diseño es deliberada y el juego no pretende aportar nada significativo más allá de su entramado artístico e interactivo, pero viniendo de obras más personales y narrativas como Knytt Underground, parece que el conjunto se queda un poquito cojo. A pesar de ello, cualquier persona interesada en el plataformeo retro debería echarle un vistazo; independientemente de su sencillez, el mundo de Uurnog es lo bastante misterioso y divertido para reivindicar su pequeño nicho en el género.