Reseñas de Solo

Quiero empezar destacando que, si te lo vas a jugar, procura hacerlo del tirón. No es muy largo, pero es que al cargar partida, pierdes tus herramientas para resolver los puzzles. Y es un bug que ha existido siempre y no lo van a arreglar. Dicho esto, procedo. Tienes ante ti una pequeña aventura, por un lado interactiva y por otro lado introspectiva. La parte interactiva se basa en puzzles de exploración. Las mecánicas son pocas pero cada puzzle te muestra, o te incita a encontrar, la forma de combinarlas. No es un juego de puzzles excesivamente difícil, pero si te atascas, sigue probando. En la parte introspectiva... he visto muchas quejas. A lo largo de la obra te preguntan temas relacionado con el amor. Con las cuestiones que te ponen delante, intentan hacerte rebatir tus ideales. Según lo que vayas eligiendo, los diálogos posteriores son diferentes y al final vives una historia de reflexión honesta. Repito, he visto muchas quejas, pero se debe a que el amor es el tema filosófico que más horas en la historia ha ocupado. Y precisamente por eso y porque cada uno es diferente, ese tema sigue siendo vigente para las nuevas generaciones. Recomiendo este juego sobretodo a la gente adolescente. Les planteará dilemas que será correcto que tengan en su consciencia a medida que se vayan desarrollando como personas. Y si eres infeliz, pues lo siento. Pero este juego va de amar. Por lo demás, la estética del juego es agradable y adorable. La banda sonora acompaña, pero no adquiere gran protagonismo.

Es una auténtica lástima, porque el guión está escrito por Jordi de Paco, que es un completo genio, pero el juego está roto y el estudio ya no existe. El juego tiene un bug que hace imposible seguir jugando después de cerrarlo, ya que se pierden los objetos. Si aún así quieres jugarlo, cosa que te recomiendo, tienes que hacerlo de una sentada en unas 3 horas.