Reseñas de Anamorphine

Anamorphine, un Walking Simulator Interactivo confuso, leeento, del 31 de Julio del 2018; es una aventura introspectiva narrada en forma surrealista, de la mente de Tyler, un hombre de treinta y tantos años, en negación postraumática. Al jugar a través de sus recuerdos, debemos rastrear la relación con su esposa Elena, y una sucesión de hitos en la relaciones que definen sus vida juntos, desde su feliz comienzo hasta un accidente que la deja a ella sin la capacidad de tocar el violoncello, que es tanto su sustento, como su salida emocional. Mientras ella se desliza silenciosamente hacia una depresión, deberemos luchar por entender cómo apoyarla, y enfrentar nuestras propias limitaciones en la capacidad para ayudarla. Enfrentaremos la elección de trabajar a través de nuestros dolorosos recuerdos y luchar contra los problemas, o "escapar" a una existencia al estilo del limbo a través de la negación del pasado. El juego transmite la narrativa sin lenguaje, escenas de corte, interfaz de usuario o botón de acción; enfatizando la exploración y la interacción natural con el entorno, en lugar del texto o la voz en off.

Tyler se encuentra en una fase de negación post-traumática después de que Elena, su esposa, sufriera una fuerte depresión tras un accidente del cual ella se sentía culpable, ya que además de las consecuencias físicas, hubo otras más dolorosas e irremediables. Y es precisamente en esa espiral depresiva donde el juego nos hace entrar en acción a través de una jugabilidad simple pero efectiva, pues estamos ante un walking simulator con una profunda carga emocional donde predominan la culpabilidad y la ansiedad de Tyler ante la autodestrucción de Elena, emociones representadas a través de objetos, símbolos, colores y sonidos, pues la jugabilidad está ausente de voces y textos. A lo largo de sus ocho capítulos, de estética y atmósfera surrealistas, además de una banda sonora melancólica y cruda, descubriremos los pormenores de una vida en común así como las diferentes etapas de la depresión y sus consecuencias en la cotidianidad. Anamorphine está entre juegos como Indygo, Downfall y Virginia. Desarrollado por un estudio independiente con apenas tres personas, logra un vínculo emocional entre el jugador y Tyler y Elena, a pesar de su cierta simpleza gráfica y su duración que oscila entre las tres horas, pero que también invita a la rejugabilidad con sus dos finales alternativos.