Tiempo de juego:
305 minutos
Aclaración: esta reseña se ha escrito justo después de completar la historia principal. Por lo tanto, puede haber ciertas cosas que no se profundicen muchísimo o que no sean las mismas que después de más horas de juego. Ahora sí, empecemos
Katana Zero es INCREÍBLE. Es de esos juegos que ya no quedan, que van al grano, a lo que quieren ir y no se expanden en otros 17 apartados que a nadie le importan. Katana Zero es simple, pero es tan simple que lo que simple que hace, lo hace perfectamente.
Jugablemente, es una maravilla. Katana Zero es un juego con un sistema de combate que roza la perfección gracias a los controles tan satisfactorios y fluidos que tiene y gracias también a la ralentización del tiempo. Me parece que la mecánica le da un toque estratégico al frenetismo que posee el juego en general y le añade una capa de dificultad. El sistema de parry y de los objetos externos también me han encantado, pero se refuerza con precisamente la mecánica anteriormente mencionada. Es como que todo el combate es un edificio precioso, pero la ralentización es esa base que nadie nota, pero sostiene todo. El combate en general es muy frénetico y divertido de jugar cuando lo dominas, aunque tiene una curva de dificultad en la que te adaptas muy bien.
Además, el diseño de los mapas me ha gustado mucho, siendo muy comprimidos y hechos para pensar y actuar rápido. Que la mayoría de veces suele ser ensayo y error, otra cosa que me ha encantado, el juego no te castiga en ningún momento y te deja experimentar lo que quieras para superar sus niveles. Las boss-fights me han parecido bastante escasas, pero las que hay están muy bien. Por último del gameplay, los diálogos y la toma de decisiones me ha gustado mucho, con decisiones malas y buenas que actúan en ellos.
Audiovisualmente, Katana Zero es un deleite. El juego es precioso visualmente, con un estilo neo-noir excelente y un diseño de zonas y personajes para quitarse el sombrero. Otra cosa que no me habría imaginado en mi vida que iba a alabar de un juego es la sangre. Sí, la sangre de este juego se complementa muy bien con el resto de visuales, y menos mal porque hay mucha. La banda sonora es otro tema aparte, completamente increíble.
Narrativamente es muy bueno, pero prepararos para una rallada histórica. Es muy críptica y hay muchos conceptos al principio que quizás no se entienden en un primer momento, pero deja avanzarlo porque se desarrolla increíblemente bien, con unos personajes muy buenos, un ritmo alto y algunos momentos ralladas que te petan la mente. El final es muy bueno también.
En conclusión, Katana Zero es el juego más Tarantiniano que encontraré en mucho tiempo, pero fuera de eso, es una obra maestra. Quizás te quejes de que es muy corto, porque la campaña principal en 4 horitas ya te las pasado, pero merece completamente la pena. Lo rejugaré dentro de unos años y probablemente de mientras, me juegue algunos niveles solo por pasarlos otra vez. Un must-play
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