Reseñas de Dry School

Pues... está muy bien. Like.

Vi el video me compro.

(esta opinion esta hecha a base de mis 30 minutos de juego) c: Diria que me gusto mucho el juego aunque se nota MUCHO (con mayusculas) que es el primer juego que hace Renato. Con esto quiero decir que veo varios detalles que se podrían arreglar o mejorar, como que también podría haber un espacio transitable en vertical para mover las mesas, o que el menú de inicio parece como si temblara de arriba a abajo, siento que moverse con el personaje se siente un poco raro y tal vez algunas otras cosas. pero en si es un juego bastante sencillo y MUY dificil, mi maximo puntaje es 450 :D y siento que solo lo saqué porque tuve la suerte de que casi todos los enemigos aparecian en los bordes y por eso fue más fácil cuidar a los estudiantes. aunque es bastante repetitivo (pero estoy seguro que todos los juegos de arena infinita lo son :v) En conclusión, creo que vale la pena por lo que cuesta porque la verdad es que el juego me pareció interesante y siento que está bien para jugar un rato. (realmente, se le podría pedir mucho más al juego, PERO para que cueste tan poco y lo hayan hecho 2 personas en total, es muy muy bueno)

El juego está muy chulo y por el precio que tiene (demasiado barato, la verdad) es una experiencia muy entretenida que ofrece bastante contenido. Más allá de sacarte los muebles desbloqueables que incluye (que algunos tienen su aquel de dificultad), tiene un buen gameplay loop (cuida estudiantes, mueve mesas, y cárgate a los enemigos) y unas mecánicas simples (muévete, mueve, y dispara), pero que funcionan genial. Hasta donde he llegado, solo he visto 3 tipos de enemigos (no estoy segura de si habrá alguno más). Los 3 funcionan bastante bien. Al principio parecen muy complicados, pero una vez le agarras el truco se puedan hacer un poco más leves. Eso sí, no es un juego fácil tampoco (malditas Eels siempre queriendo comerse a Bob...). Obviamente a más juegas más fácil se hace peroo... tras casi dos horas jugando mi máximo score es 673. El score solo sube con los segundos. ¿Quizás una forma de equilibrar seria añadir que los enemigos al morir den algo de puntos? Tampoco estoy segura, porque creo que eso lo haría demasiado fácil. Ah, y una cosita más, ya fuera de lo que puede importarle a muchas personas pero yo creo que es un puntazo: el artstyle y la música están MUY PERO QUE MUY BIEN. El juego tiene un estilo artístico muy único y reconocible. Es carismático y el diseño de escenarios y personajes, para lo corto que es el juego, es muy bonito y entra por los ojos. Los efectos de sonido y la música son geniales, y en ningún momento te cansas de ellos. No solo eso, sino que además se incorporan al gameplay de forma de que, dependiendo de que estudiantes tengas presentes, suenen distintos instrumentos o objetos de fondo. De verdad, un puntazo total. En resumen, el juego aunque pueda parecer un poco difícil (y lo es... sobre todo al principio, no nos engañemos), está muy chulo. Dependiendo de quien lo mire, puede notarse quizás que es el primer juego de Renato. Pero ya quisieran muchos desarrolladores tener un primer juego así. Compradlo, definitivamente merece la pena.

Dry School es un juego chiquito y encantador, que por momentos parece una precuela noventera de Nuclear Throne. El objetivo, eso sí, al contrario que en la obra maestra de Vlambeer, no es matar enemigos, sino salvar a nuestros estudiantes, que están muy concentrados completando sus deberes. Para ello podremos escupirles agua a algunos bichos, pero fundamentalmente tendremos que correr de un lado a otro empujando pupitres, como si estuviésemos en un Sokoban hipervitaminado. Solo de esta forma es posible evitar que la chavalada reciba daños. Lo más bonito (y trágico) del asunto es que nuestro protagonista perderá corazones tanto si él mismo recibe daño, como si deja que su indefenso alumnado lo reciba. El detalle que eleva aún más a Dry School es el diario de su protagonista, que irá escribiendo poco a poco, a medida que vayamos obteniendo buenas puntuaciones y alcanzando diferentes objetivos, y que resulta francamente enternecedor. Un juego pequeño, bueno, bonito y barato, con una música deliciosa.