Tiempo de juego:
47 minutos
Milk inside a bag of milk inside a bag of milk
Esta novela visual es breve, pero casi perfecta en lo que busca expresar: ponerte en la mente de una niña que intenta hacer una tarea simple —comprar una bolsa de leche—, pero para ella, eso es casi imposible. No por flojera, no por distracción, sino por miedo, ansiedad y traumas profundamente arraigados.
Tú, como jugador, no eres ella. Eres la voz dentro de su cabeza. Una voz que puede ser su guía o su enemigo. Puedes ayudarla con amabilidad… o empujarla hacia el colapso con respuestas frías o crueles. Es aquí donde Milk se separa de otras novelas visuales: tú no controlas a la protagonista, tú eres parte de ella, y tus elecciones importan más emocionalmente que mecánicamente.
La ambientación es sencilla pero totalmente simbólica y efectiva: gráficos pixelados ambiguos, colores rojos (posiblemente eritropsia), un audio distorsionado y minimalista. Todo eso no está ahí porque sí: es como ella ve el mundo. Todo teñido de rojo, todos los sonidos le resultan agresivos, toda la gente parece monstruosa. Su percepción está filtrada por el trauma, la medicación, la ansiedad social, y tú lo sientes todo junto a ella.
El juego no cae en clichés. Habla sin filtros de:
Un posible suicidio de su padre.
Una madre emocionalmente ausente.
Una vida de medicamentos que ya no distingue.
Una mente rota por años de aislamiento emocional y físico.
Y lo hace sin dramatismo barato. Te obliga a entrar en esa mente y entender que, para muchas personas, lo que para ti es normal —comprar leche, saludar, caminar—, para ellas es un infierno. Incluso te fuerza, a veces, a elegir respuestas hirientes, para mostrarte cómo incluso cuando quieres ayudar, puedes dañar.
Si logras empatizar con ella, entenderás que el juego no solo trata sobre ella, sino sobre cómo tratamos a quienes viven con sufrimiento mental invisible. Sobre lo fácil que es herir con palabras o con indiferencia. Y sobre lo mucho que puede significar tener a alguien que, simplemente, escuche. También en cómo nos ayudamos a nosotros mismos en que hay más formas saludables de abordar las situaciones y procesos de nosotros mismos.
Lo que me impresiona es la manera en la que la autora Nikita trata estos tópicos, como el siguiente:
Uno de los momentos más brillantes del juego es cuando nuestra niña, en su sobrepensamiento, empieza a cuestionar su existencia como personaje de videojuego; escalando de verte a como su voz, pasas a ser el jugador en sí. Te ve. Te percibe. Sabe que existes y que estás allí.
Entonces se rompe la ilusión. Ya no eres solo su voz. Ahora eres un espectador activo de su dolor, y te obliga a enfrentarlo contigo mismo:
¿Qué piensas de ella? ¿La juzgas? ¿Te incomoda? ¿Te duele?
Y según lo que sientas, ella responde. Es una experiencia psicológica tan íntima que puede dejarte completamente desarmado.
Es triste que, para cumplir nuestra simple meta —comprar la leche—, el juego nos obligue a decirle cosas que dificultan su recuperación y alimentan aún más su sobrepensamiento.
Entre todas sus frases, lloré con la siguiente:
"Al final, todo pasará sin dolor. Espero."
Milk inside a bag of milk inside a bag of milk (que, por cierto, el título es un paralelismo al sobrepensamiento de nuestra niña) es una obra profundamente íntima, oscura, empática y valiente. No es un juego para entretener: es un espejo para sentir. Es raro encontrar juegos que traten la salud mental de forma tan cruda, sin romantizarla ni convertirla en un recurso estético.
Si estás abierto a una experiencia emocional que incomoda, duele y enseña, este juego es imperdible.
Nota personal: 9/10
Dificultad platino: 1/10
👍 : 20 |
😃 : 0